lunes, 24 de noviembre de 2008

EL CONFLICTO DE DON EVARISTO Y EL ENANO




¿Como esta Don Evaristo?

-Acá Doña, en el rancho de los recuerdos, haciendo un curso de tejido a la distancia, quiero hacer una mañanita, porque el enano tiene frío y con la cuestión del invierno sabe no quiere ya asomarse y fíjese que compromiso el muy ladino ahora se queda sentado

-No puedo convencerlo a salir a pasear un rato se me ha ofendido

¿Y porque Don Evaristo, cuénteme?

-Bueno resulta que el otro día le digo, ¡enano salga a tomar aire!

-¡Vea compadre Ud.! Siempre es el mismo me engaña diciendo afuera hay tiempo lindo y cuando con el ojo veo la sequedad del campo de la vecina de al lado, me entra ganas de llorar al pensar como se van los años.

-Pero mi enano querido Ud. que tantos años ha estado a mi lado lo quiero tanto que no puedo verlo cabizbajo.

-Fíjese, lo que le he traído la solución que la ciencia ha creado así que no este más amargado, porque ahora hasta sus hermanos que estaban remolones sentirán de vuelta el afecto de asistirlo sacando el polvo en la silla de montar.

-¡No me engañe Don!, me llena de ilusiones,

-¡Pues vea! voy a darle un poquito para que vaya al campo a dar un trotecito y no se aflija por la vecina de al lado porque ha plantado aloe vera.

-Y porque compadre solo un poco?, no sabe como añoro volver a cabalgar

-¡Sabe porque no!, tengo miedo que se pierda y no lo vuelva a encontrar.

-Y para que se han hecho los cencerros, me llevo uno atado y si me pierdo en los matorrales Ud., me viene a rescatar

-¡No es eso enano mío!, es que el remedio es como el zapatito de la cenicienta a cierta hora se va quedar sin aliento y la vergüenza se le va a venir encima y se caerá de la montura porque se le aflojara el cuerpo.

-Vergüenza compadre, es el campo de la vecina que a veces corre frío y otras lo agobia el calor.

-Pero enano me extraña, aparte de los molinos de viento la ciencia ha puesto al servicio del campo, parches en las tranqueras de entrada que regula ahora la temperatura.

-¡Quien iba a decirlo! parece obra de mandinga inspirado en el ALI-BABA con eso de ABRETE SESAMO.

-Y dígame en verdad hace efecto?, no es necesario aceitar las bisagras

-No enano confié en mi., vaya súbase y cabalgue erguido siéntase ATILA cruzando los campos.

-Bueno eso habla a mi favor, déme un poco mas de remedio así emparejo la situación,

-No enano, le puede hacer mal, Ud sabe que el amor hace daño al corazón, pero ahora mas todavía sino se controla.

-¡Le puedo dar pegamento! Ese que usaba el abuelo para la dentadura así queda pegado como un abrojito en la piel

-¡¡Pegamento!! A un enano que lo ha servido siempre como un esclavo que nunca lo ha dejado en ninguna mateada o guitarreada

-Vea me voy a dormir, no se le ocurra despertarme o sacarme a la fuerza porque he pactado con mis hermanos no salir mas afuera.

-Y así fue Doña que el enano quedo resentido, por eso estoy tejiendo en este rancho olvidado, recordando el pasado, donde los gauchos revoleaban las boleadoras a toda hora ¡¡Que tiempos!!

-¡Si me entra ganas de agarrar el facon y tirar el enano a los chanchos! Pero después pienso y reflexiono quizás el enano recapacite y nos demos juntos una alegría como en los años mozos.

-Bueno me voy, Don Evaristo, le deseo que el conflicto quede superado y ya sabe, acuérdese de mi campo que esta florido y también sembrado con ALOE VERA

-Lo tendré en cuenta, antes de irse Doña, fíjese me ha salido bien el punto arroz?-

¡Si Don Evaristo!, pero no llore, no se ponga tristón, el hombre gaucho no debe llorar.

-Hasta más ver, le dejo un besito para su enano,
¡¡no diga eso!! Que se me escapan los puntos


Eduardo Nieto Mújica (lalo)